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lunes, 26 de mayo de 2008

como todos los sábados


Me había propuesto, por ahora, abandonar ya los temas de carácter personal, sin éxito. Concluí en que he abusado, en mis claustros ratos de ocio nocturno, de rebuscar entre los vagos recuerdos que necios permanecen aun cerca, quedos, apareciendo sólo alguna vez para cuando alguna accidental y caprichosa motivación enciende mi tan
infuncional e ingrata memoria. Puesto que sí, que mi memoria es una de esas ventajas en las que los malos ratos se avalan para ocultarse de mi consciente ya que aparentemente en la reproducción de los Marco, así me llamo, se obvió esta importante y necesaria virtud: Nunca me acuerdo de nada

Distraído, desordenado y olvidadizo son tres características que encierran mi habitual comportamiento; tan ido a veces, tan fuera del planeta, más allá que acá. No ha sido sólo una vez que he llegado a la oficina, he terminado encolerizado por la ausencia del personal (Es que a veces, parece que todos acuerden o llegar tarde o faltar, justo en fechas en que los necesitas más que en otras, como cuando esperas el bus, y justo la línea que necesitas tomar no aparece). Después de horas y ya a punto de reventar atinaba a comprobar la fecha y darme cuanta de que era domingo y que no trabajamos ese día.

Recuerdo que hace años, con patas de mi barrio, nos íbamos todos los sábados a las 5am al parque los próceres, en lince, a unas 10 cuadras de mi casa, a jugar basketball. Llegábamos a la par con un paciente sol. Siempre los primeros lanzamientos al tablero eran a oscuras y acompañados del frío limeño, de sus amanecidas. A eso de las 2pm, partíamos de regreso rumbo a casa, a pie, cansados y sudando después de horas de desgaste. Hambriento, ...ya frente a mi puerta, como todos los sábados me metía la mano al bolsillo dándome con la sorpresa de haber olvidado, como todos los sábados, mi llavero y mi billetera al pie del tablero bajo el aro y como era habitual, cumplía mi rutina sabatina de regresar a las canchas a recoger mis cosas, para regresar de nuevo a casa ...como todos los sábados.





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